Ir al contenido Saltar a la barra lateral Saltar al pie

Retinopatía diabética no proliferativa

índice

Retinopatía diabética no proliferativa (NPDR) se clasifica en leve, moderada, grave y muy grave.

Se caracteriza por la presencia de infartos de la capa de fibras nerviosas (exudados algodonosos), anomalías vasculares retinianas que incluyen dilatación venosa, microaneurismas retinianos, anomalías microvasculares intrarretinianas, áreas de falta de perfusión capilar, hemorragias retinianas, exudados duros (fuga de material lipídico y proteico) y edema macular.

 

Retinopatía diabética no proliferativa se caracteriza por la presencia de microaneurismas (derrames hipercelulares de capilares retinianos con paredes debilitadas por pérdida de pericitos), capilares saculares, capilares deficientes en pericitos y capilares acelulares o eliminados. La pérdida de pericito se evidencia por un número excesivo de pericito "fantasma" en los capilares, el fantasma crea un bolsillo en la membrana basal que estaba ocupado formalmente por el pericito.

Los capilares acelulares aparentemente funcionales degeneraron hasta que solo quedó un tubo de membrana basal. Los capilares acelulares y degenerados no se perfunden y pueden llenarse con prolongaciones citoplasmáticas de células gliales.

La oclusión capilar ocurre inicialmente en un solo capilar aislado y no tiene consecuencias clínicas en las primeras etapas. La muerte celular y el aumento de la permeabilidad capilar pueden ser seguidos por ciclos de renovación y más muerte celular, lo que conduce a una fuga microvascular progresiva e isquemia que da como resultado la liberación de factores vasoproliferativos (como VEGF, eritroproteínas y otros) en áreas de retina isquémica.

El factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) es secretado por la retina isquémica. VEGF conduce a un aumento de la permeabilidad vascular que resulta en edema retiniano y angiogénesis, formación de nuevos vasos sanguíneos.

diagnóstico

La mayoría de los pacientes no presentan síntomas, excepto cuando se encuentran en las últimas etapas de la enfermedad. La retinopatía diabética puede afectar grave e irreversiblemente la visión. EL síntomas principales de esta patología son: visión central borrosa, dificultad para percibir los colores y en ocasiones reducción de la visión nocturna.

Los tratamientos disponibles son generalmente efectivos para mantener la visión, pero desafortunadamente no son definitivos, ya que los pacientes a menudo necesitan un retratamiento periódico.

El arma más eficaz contra esta peligrosa patología sigue siendo la prevención, obtenida principalmente a través de un estricto control de la glucemia y un diagnóstico precoz, implantado gracias a un cuidadoso y regular seguimiento de la retina a través de pruebas como: Tomografía de coherencia óptica (OCT) alta resolución para examinar cada capa retiniana individual e identificar la presencia de edema macular cistoideo; L'Angiografía con fluoresceína (FAG) y L 'Angiografía con verde de indocianina (ICGA), exámenes mínimamente invasivos realizados con dos agentes de contraste, esenciales para la identificación de áreas isquémicas en la retina periférica y cualquier membrana neovascular asociada.

Estas pruebas permiten diagnosticar precozmente la retinopatía diabética y, en caso necesario, intervenir con prontitud con el tratamiento más adecuado antes de que se produzcan daños importantes en la visión.

Los pacientes diabéticos deben seguir un protocolo de prevención asociado a un control periódico de la retina ya dentro del primer año tras el diagnóstico de diabetes. Las mujeres diabéticas embarazadas deben someterse a controles especialmente cuidadosos a partir del primer trimestre, ya que la retinopatía diabética puede progresar muy rápidamente durante el embarazo.

tratamiento

El tratamiento más utilizado para combatir el EMD es la ablación de áreas retinianas isquémicas periféricas productoras de VEGF mediante fotocoagulación retinal con láser (PRP). Este procedimiento ayuda a evitar un mayor deterioro de la visión, pero no a recuperar la función visual perdida. Las personas que padecen diabetes mellitus deben prestar atención a la prevención de esta temida patología mediante un escrupuloso control de los factores de riesgo sanguíneos, en particular: la glucemia; hipertensión e hiperlipidemia. Estos controles permiten evitar o al menos retrasar al máximo la aparición de complicaciones graves derivadas de la retinopatía diabética.
Desprendimiento de retina giganteCerclaje postoperatorio de desprendimiento de retina

Patología y tratamiento en video.

necesitas más información?

No dudes en contactar conmigo para cualquier duda o aclaración. Evaluaré su problema y será mi preocupación y la de mi personal responderle lo más rápido posible.

    Comente

    Rellena el siguiente formulario y serás contactado en el momento y en la forma que prefieras.
    Mi equipo y yo los guiaremos en el eventual camino a seguir juntos.

    Contacta al profesor