Cirugía para Glaucoma
Trabeculoplastia
La “trabeculoplastia láser convencional” es un procedimiento paraquirúrgico utilizado para el tratamiento de glaucoma primario de ángulo abierto. En este caso, el tratamiento con láser se realiza sobre la malla trabecular corneo-escleral, la estructura ocular encargada del drenaje del humor acuoso y cuya obstrucción provoca un aumento de la presión intraocular (PIO) responsable de la glaucoma, aumentando su porosidad y capacidad de drenaje en términos porcentuales. Como alternativa a la trabeculoplastia convencional, se puede utilizar una "trabeculoplastia láser selectiva" (SLT) que, mediante una irradiación "selectiva" de las células pigmentadas de la malla trabecular, permite aumentar la salida del humor acuoso, sin daños colaterales de tipo térmico y con menor riesgo de inducir efectos secundarios no deseados de tipo cicatriz. Ambos tipos de tratamiento son efectivos, duran pocos minutos, son indoloros y mínimamente invasivos y no suelen implicar riesgos ni complicaciones. Los tratamientos pueden repetirse sin ninguna consecuencia, en caso de que pierdan parcialmente su eficacia con el tiempo.
Trabeculectomía
iridotomía YAG
La iridotomía con láser YAG es un procedimiento paraquirúrgico que se realiza para prevenir la aparición de glaucoma agudo por bloqueo irido-lenticular en sujetos de riesgo o para interrumpirlo en casos en los que ya se ha producido. El aumento elevado y repentino de la presión intraocular (PIO) -que en el glaucoma agudo puede superar los 60-70 mmHg- representa una de las urgencias oftálmicas más graves que puede conducir a la ceguera total e irreversible en muy poco tiempo.
La operación consiste en la creación de un pequeño orificio en el iris que permite restaurar la salida del humor acuoso impedida por la presencia de un "bloqueo" creado entre la superficie posterior del iris y la anterior del cristalino, con descenso inmediato de la PIO. La preparación para el tratamiento YAG es muy sencilla y consiste en instilar unas gotas de colirio anestésico en la superficie de la córnea y aplicar sin dolor una lente de contacto especial que permite enfocar el rayo láser sobre el iris y realizar el tratamiento.
Si el láser YAG se realiza con fines preventivos, el paciente puede reanudar sus actividades normales habiendo evitado de forma permanente el riesgo de un ataque de glaucoma agudo. Si, por el contrario, el tratamiento se realiza en la fase aguda, será necesario estar muy seguro de que la presión ocular ha vuelto a alcanzar rápidamente valores que sean compatibles con la función normal del nervio óptico. tiempo extraordinario.
En la mayoría de los casos, se prescribe al mismo tiempo una terapia farmacológica (local o sistémica), que ayuda a reducir el valor de la PIO. Aunque no están completamente libres de posibles efectos secundarios relacionados con la cirugía (p. ej., microhemorragias del iris, inflamación y aumento transitorio de la presión ocular), estos son absolutamente insignificantes en comparación con el daño irreversible a la visión que resultaría de la ausencia del tratamiento.